"... Preguntaron, pues, otra vez a Jehová,
si había aún de venir allí aquel varón. Y respondió Jehová:
He aquí que él está escondido entre el bagaje."
1 Samuel 10:22
Saúl fue llamado por Jehová para ser el primer Rey de Israel, el Profeta Samuel previamente le había ungido con el aceite,
Posteriormente, cuando iba a ser presentado como el Rey, al pueblo de Israel; Saúl se había escondido tras el bagaje y no lo hallaban.
Por lo cual, consultaron de nuevo a Dios y Jehová les indica dónde estaba oculto Saúl.
Absolutamente nada ni nadie puede esconderse del Todopoderoso Jehová, porque Él conoce todo, bueno o malo.
Asimismo, algunas personas quieren huir del llamado para servir al Dios viviente, tal como Saúl e incluso Jonás. Ciertamente, nadie puede huir de Jehová, ni de los planes que tenga para cada persona elegida para desarrollar los talentos y dones que le han sido dados.
Por otra parte, algunas personas llamadas al Servicio del Reino de Dios, no valoran semejante gracia, se descuidan y el enemigo lanza las trampas, las tentaciones y caen muchos en la red del diablo por cualquier plato de lentejas que Satanás les ofrece.
Saúl se apartó de Jehová y no permaneció fiel. Cada siervo y sierva de Jehová, debemos valorar la gracia dada y no descuidar lo que ha sido depositado por el Eterno para llevar a cabo la obra del Reino de Dios.
Debemos recordar que las cosas del mundo son temporales, y las cosas por venir son eternas. Perseveremos hasta el final para recibir lo prometido por el Señor.
Asimismo, algunas personas quieren huir del llamado para servir al Dios viviente, tal como Saúl e incluso Jonás. Ciertamente, nadie puede huir de Jehová, ni de los planes que tenga para cada persona elegida para desarrollar los talentos y dones que le han sido dados.
Por otra parte, algunas personas llamadas al Servicio del Reino de Dios, no valoran semejante gracia, se descuidan y el enemigo lanza las trampas, las tentaciones y caen muchos en la red del diablo por cualquier plato de lentejas que Satanás les ofrece.
Saúl se apartó de Jehová y no permaneció fiel. Cada siervo y sierva de Jehová, debemos valorar la gracia dada y no descuidar lo que ha sido depositado por el Eterno para llevar a cabo la obra del Reino de Dios.
Debemos recordar que las cosas del mundo son temporales, y las cosas por venir son eternas. Perseveremos hasta el final para recibir lo prometido por el Señor.
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