Ante el Trono de Gloria

domingo, 29 de marzo de 2015

No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento

"... No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan."
Efesios 4:29

¡Jehová el Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que sois, y os bendiga, como os ha prometido!

Deuteronomio 1:11


Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos

"... Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. 
Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; 
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos;" 
2 Corintios 4:7-9

Persecuciones que he sufrido; pero de todas ellas me ha librado el Señor.

"... persecuciones, aflicciones, como las que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, persecuciones que he sufrido; pero de todas ellas me ha librado el Señor."
 2 Timoteo 3:11

Dios es fiel y verdadero, igualmente librará a todo hijo e hija que pongan en Él su confianza. A pesar de las tribulaciones, pruebas, valles de lágrimas, enfermedades, o como quiera que se llame la situación que sobrevenga, Jehová de los ejércitos no nos desampara. Siempre está atento a nuestro clamor, a las oraciones, a los ruegos y peticiones. 

Responderá en el tiempo correcto, nunca llega tarde. Nuestra confianza debe estar afianzada en el Eterno, en el poderoso nombre de Jesucristo el Salvador.

Mientras caminamos en la situación temporal que Dios permite, nos dará la fortaleza, el gozo, la paz, porque ninguna persona en la tierra puede hacer gran cosa por nadie, ni siquiera por ellos mismos.
 Por lo cual con absoluta confianza esperemos en Dios, nuestro Castillo,  refugio seguro, y ciertamente nuestro ayudador.

 Con en Él y en Él a través de Jesucristo,  sin olvidar que contamos con el maravilloso Consolador el Espíritu Santo .
Entonces, confesemos la Palabra: Pero de todas ellas me librará el Señor.
¡Gloria a Dios y gracias a Dios!