Ante el Trono de Gloria

miércoles, 7 de enero de 2015

Cuando ya Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió su mujer estas cosas


Abigail una mujer valiente que recibió su recompensa


Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú


Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia


Mas vosotros no estáis en la carne, sino el el Espíritu



Guarda, mediante el Espíritu Santo el tesoro que te ha sido encomendado