No le has tú cercado a él, y a su casa,

 "... ¿No le has tú cercado a él, y a su casa, 

y a todo lo que tiene en derredor? 

El trabajo de sus manos has bendecido, 

y su hacienda ha crecido sobre la tierra."

Job 1:10

El Padre celestial coloca alrededor de sus hijos e hijas obedientes, un blindaje, un vallado, una cerca de protección.

El enemigo no puede avanzar más  allá de lo que Dios le permita hacer.

Tenemos confianza en nuestro amado Padre, nos ama, nos protege y nos defiende.

"... Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado."

Job 42:2

Sin embargo, también es cierto que las pruebas son necesarias,  porque  a  través  de ese fuego somos purificados, limpiados de  las impurezas,  con las cuales el mundo de las tinieblas ha salpicado nuestras vidas,  y obstaculiza que seamos óptimos para la obra del Dios viviente.

"Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro."
Job 23:10

Si bien es cierto, que el diablo con sus diseños se esfuerza por destruirnos si le fuera posible; el Eterno  con los que le aman, como dice la Palabra todas las cosas obran para bien.

"... Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados." Romanos 8:28

Dios nos bendice, y  si perseveramos en las pruebas  tendremos como Job las bendiciones multiplicadas, en el nombre de Jesucristo. 

"... Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job."

Job 42:10

Por otra parte, algunas situaciones que sufren muchas personas no son pruebas que Dios permite, sino; que las personas se descuidan y le dan lugar al diablo. 

De manera que le abren puertas, y  le dan derecho legal para que el enemigo opere en sus vidas.

"... Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;"

1 Pedro 5:8

"... ni deis lugar al diablo." Efesios 4.27

¡Cuidado! con el pecado escondido, llamar a lo malo bueno y practicar cosas que la Palabra de Dios dice con claridad que se llaman pecado.