La promesa es que Jehová establecerá para nosotros paz, las personas que andemos conforme a Su Palabra, conforme a Su perfecta voluntad.
En el nombre de Jesucristo el Señor, tenemos acceso a la vida eterna, acceso a la fuente de bendición, podemos alcanzar todas las maravillosas promesas a través de presentarnos ante el Padre cubiertos por la sangre del Señor Jesucristo, la cual permite que el Padre celestial nos vea en una condición de santidad y de justicia por la fe en Su Hijo.
Por lo tanto, nuestras obras serán bendecidas, serán establecidas con éxito, porque Dios ya las hizo antes de la fundación del mundo para todos sus hijos e hijas que le aman, confían el Él le y obedecen.
Solamente nosotros podemos bloquear con el pecado, la rebelión y desobediencia, esas obras diseñadas de antemano por Jehová.
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