El recaudador no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "`Dios, ten piedad de mí, pecador.
"... Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ``Dios, ten piedad de mí, pecador."
Lucas 18:13
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